Crear un bálsamo labial es un procedimiento realmente sencillo y rápido. Puedes disfrutar mucho preparando éste tipo de cosméticos, pero ¿cómo hacer un bálsamo labial? Aquí te indico unos trucos y consideraciones para que sepas cómo formular tu propio bálsamo labial.
Si nunca has hecho un bálsamo labial es posible que no sepas por donde empezar. Hay un montón de ingredientes que puedes utilizar para tus bálsamos: ceras, aceites vegetales o mantecas. La proporción de cada ingrediente en la fórmula es la clave para que consigas el bálsamo labial perfecto.
¿Qué es un bálsamo labial?
Los bálsamos labiales normalmente se utilizan para hidratar los labios, no tienen color y la textura puede ser más o menos cremosa. Tampoco suelen tener protector solar. Aunque como es tu fórmula, puedes añadirlo si quieres. Dependiendo de la dureza del producto final, serán más adecuados para guardarlos en barra o en lata.
Sus ingredientes son similares a los de las barras de labios, pero éstas suelen tener colorantes y una textura más fuerte.
¿Cómo formular un bálsamo labial?
Un buen bálsamo labial debe contener la proporción correcta entre mantecas o ceras y aceites vegetales. Los responsables de la dureza del bálsamo son las mantecas y ceras mientras que la facilidad de aplicación la aportan los aceites vegetales.
Por tanto, se entiende que no es posible un bálsamo labial solo con mantecas o solo con aceites. En este punto te recuerdo que se consideran mantecas aquellos aceites que son sólidos a temperatura ambiente (25 ºC), como por ejemplo el aceite de coco, la manteca de cacao o de karité.
Para que el bálsamo se pueda aplicar correctamente también influye la temperatura. Aunque parezca una tontería, no es lo mismo hacer un bálsamo si vives en zonas cálidas que si vives en temperaturas frias. A menudo, algunos que habéis comprado nuestro kit para bálsamos labiales me habéis hecho este comentario. Porque el bálsamo, depende en qué zonas y epocas del año puede quedar muy duro o muy blando.
La cera de abejas no se derrite a temperatura ambiente (25ºC), por lo que es un buen ingrediente que aporta dureza «permanente» al bálsamo ya sea en verano o invierno. Será responsable de que el bálsamo tenga suficiente consistencia y se suele emplear para hacer bálsamos duros en forma de lipstick.
Según mi experiencia, todo buen bálsamo labial debe tener un 20% de cera de abeja y el doble de manteca, el resto serán aceites y esencias. También debes tener en cuenta si le añades algún contenido en agua como por ejemplo agua de rosas, etc. porque en ese caso tendrás que añadir un conservante para evitar el riesgo de contaminación bacteriana. Si solo tiene aceites y mantecas no será necesario.
Lo que sí añado siempre a mis recetas de bálsamos labiales es vitamina E porque además de sus propiedades para la piel, es un antioxidante que hace que los aceites perduren más y no se enrancien con el tiempo.
En el siguiente video puedes ver el procedimiento para hacer un bálsamo labial, así como una fórmula de bálsamo labial.
Truco para testar tu fórmula
Antes de tirarte a la piscina y preparar una fórmula que no te guste te sugiero que te tomes un tiempo para testar tu fórmula.
Lo primero que tienes que hacer es preparar tu fórmula y tenerla anotada en un papel. No hay nada peor que dar con la fórmula perfecta y no tenerla apuntada.
En el momento en que empiezas a preparar tu fórmula mete una cuchara en el congelador. Cuando tengas toda la mezcla preparada y mezclada, incluso con aromas, saca la cuchara del congelador y sumérgela en la mezcla de bálsamo labial. Inmediatamente se enfriará y quedará la consistencia que tendrá al final del proceso. Eso te ayudará a saber si es más blanda o más dura de lo que esperabas y podrás corregir la fórmula antes de ponerla en los moldes.
Bueno, como lo ves, ¿te atreves a preparar tu propia fórmula de bálsamo labial? Si aún no te ves del todo preparado, siempre puedes adquirir nuestro kit para hacer un bálsamo labial.