Green Chemistry expresa un concepto traducido comunmente como «Quimica Sostenible». Tiene como objetivo fundamental la reducción radical de los efectos nocivos de los productos químicos industriales.
El objetivo ya no es solamente conseguir que las reacciones transcurran con rendimientos elevados al menor coste, sino además, que sean más limpias y seguras.
Así se deben controlar todos los subproductos del proceso completo de producción. Para conseguir este objetivo se han establecido los 12 principios fundamentales de la «Green Chemistry».
Estos no son más que una serie de consideraciones de sentido común que se resumen especialmente con unas escuetas frases del Dr. Trevor Kletz:
- No tendrás fugas de lo que no tienes
- La primera solución a un problema de seguridad de un proceso debería ser siempre suprimir el riesgo en lugar de controlarlo.
- La mejor manera de evitar una explosión consiste en sustituir el material explosivo por otro que no lo es.
Logico, ¿no os parece? En resumen, podríamos decir que este concepto se basa en evitar aquellas sustancias con potencial nocivo, tanto en los ingredientes como en los emergentes del proceso, así como las situaciones que resulten peligrosas o que supongan un consumo elevado de energía.