A medida que vamos elaborando jabones, en nuestro lugar destinado a almacenar las pruebas y cortes de jabones va creciendo. Llega un momento en el que no sabemos que hacer con ellos porque tampoco se pueden regalar, no tienen el aspecto adecuado.
Para estos casos existe una solución: los reutilizaremos para crear un bloque de jabón que vamos a cortar en porciones que podremos utilizar nosotros mismos y regalar a nuestros amigos.
¿Qué necesitamos?
- restos de jabones de varios colores
- 300 gramos de jabón blanco
- 1 molde rectangular
- 25 gotas de esencia de rosa
- pulverizador con alcohol de 90º
- 1 cortador de metal para jabones o galletas
Con ayuda de un cortador de metal o en su defecto un cuchillo vamos cortando los restos de jabon en trozos de diferentes formas y tamaños.
En el fondo del molde vamos colocando los trocitos de jabón.
Calentamos la base de jabón blanco con cuidado de que no hierva. Perfumamos con 25 gotas de esencia de rosa, removemos bien y vertemos sobre el molde hasta que los trocitos hayan quedado bien cubiertos, sino, sencillamente calentamos más jabón blanco y vertemos de nuevo en el molde. Al final del proceso pulverizamos con alcohol para que no queden burbujas.
Una vez que se haya enfriado, desmoldamos y podemos cortar el bloque en porciones del tamaño deseado.
En este caso, yo he utilizado una base de jabón sin colorear, pero podéis teñir capas de distintos colores.