Para todos vosotros a los que os gusta encender velas de vez en cuando, es importante que conozcáis la variedad de ceras con las que se fabrican. Las ceras de origen vegetal y la de abeja, son mucho más limpias y más respetuosas con el medio ambiente, mientras que no perjudican la salud de quienes las usan.
Hay varios tipos de velas vegetales, hoy vamos a hablar de las que utilizan la cera de palma. Estas velas son una buena alternativa a las de origen petroquímico, ya que no desprenden hollín, son totalmente biodegradables, y se consumen mucho más despacio y no gotean.
La cera de palma procede de un tipo de palmera originaria del norte de Brasil llamada palmera Carnauba. Estas palmeras han conseguido adaptarse perfectamente a un clima extremo, donde hay únicamente dos estaciones con 6 meses de sequía y 6 de lluvias. Para mantener la humedad en la planta, las hojas se recubren con una espesa capa de cera.
Para la extracción de la cera, se cortan las hojas y se secan, para posteriormente triturarlas y que la cera se desprenda.
Este tipo de cera es fácilmente reconocible por su brillo y formas cristalinas. Ademas de ser de gran dureza, tiene un elevado punto de fusión, que ronda entre los 78 y 85º C, el más alto entre todas las ceras.
Las ceras vegetales surgieron a finales de los años 90, como una alternativa más económica a la de abeja y un producto de mayor calidad y menos contaminante que las ceras petroquímicas o parafinas. Desde entonces, su producción a crecido muy rápidamente, al tiempo que los costes de elaboración se han ido reduciendo progresivamente, convirtiéndose en una buena alternativa a los demás tipos de cera.
La cera de palma contiene principalmente ésteres de ácidos grasos (80-85%), alcoholes grasos (10-15%) y según marcas, algunas incluyen ácidos (3-6%) e hidrocarbonos (1-3%).
Os animamos a todos a que cambiéis a este tipo de velas. Ademas de ser más saludables, son mucho más respetuosas con el medio ambiente.
Saludos,